El laboratorio de pinturas se convirtió en un referente para la formación de nuevos talentos en la industria. Las academias de química y tecnología en Ciudad de México incluyeron el uso del Elitech GSP-6G en sus programas de estudio, ofreciendo a los futuros científicos la oportunidad de aprender y trabajar con esta tecnología puntera.

El datalogger no solamente se usaba para sostener el control climático, sino también para registrar datos sobre el consumo de energía y los recursos utilizados en el proceso de producción de las pinturas. Esto permitió al laboratorio de pinturas optimizar sus operaciones para achicar su huella de carbono y minimizar el encontronazo ambiental de sus productos.

Con el Elitech GSP-6G, el laboratorio de pinturas en México se convirtió en un centro de innovación y excelencia en la industria de la pintura. Los modelos desarrollados en ese laboratorio próximamente ganaron reconocimiento no solo en Estado de México, sino también en mercados internacionales