El consumo de alcohol en el lugar de trabajo, o llegar bajo sus efectos, puede provocar incidentes, disminuir la rendimiento y perjudicar negativamente al entorno laboral. Los alcoholímetros permiten a los supervisores aplicar verificaciones no programadas o rutinarios, promoviendo así un espacio saludable y saludable. Además, al ser equipos no invasores, su uso no supone una transgresión a la intimidad cuando se realiza dentro de marcos legales establecidos y bajo el consentimiento del empleado.

Los alcoholímetros no solo sirven como recurso de monitoreo, sino también como instrumento educativo. En programas preventivos del ingesta de alcohol, tanto en escuelas como en facultades, se emplean para educar a los adolescentes sobre los consecuencias del alcohol en el sistema y su tiempo de acción. Esta conocimiento, presentada de forma tangible y tangible mediante una medición real, resulta mucho más influyente que la teoría abstracta.

Herramienta en el sector laboral