Los medidores no solo funcionan como instrumento de supervisión, sino también como instrumento educativo. En campañas de prevención del ingesta de alcohol, tanto en instituciones educativas como en institutos superiores, se usan para enseñar a los adolescentes sobre los efectos del alcohol en el sistema y su tiempo de acción. Esta conocimiento, presentada de forma concreta y real mediante una verificación directa, resulta mucho más persuasiva que la teoría abstracta.

El uso de dispositivos de detección de etanol también ha hallado un espacio importante en el sector sanitario. Para individuos que están en tratamiento por alcoholismo, estos equipos pueden ser fundamentales en el seguimiento del desarrollo del paciente. Clínicas de rehabilitación, especialistas y médicos especialistas los utilizan para verificar si los pacientes se mantienen abstinentes, especialmente durante los etapas iniciales de desintoxicación, cuando las recaídas son más habituales.