Con entusiasmo, el químico configuró el elitech gsp 6g en su laboratorio, asegurándose de que estuviese calibrado adecuadamente para monitorear la temperatura y la humedad en su salón de pruebas. Sabía que la seguridad de estas condiciones era fundamental para garantizar la calidad y durabilidad de los revestimientos que se encontraba construyendo.

A medida que la reputación del laboratorio de pinturas de Ciudad de México medraba merced al Elitech GSP-6G, otros laboratorios e instituciones académicas en el país han comenzado a adoptar este datalogger en sus investigaciones. Esto dio lugar a una colaboración sin precedentes en la industria de la pintura, puesto que los científicos compartían sus datos y hallazgos utilizando el Elitech GSP 6G como una herramienta común.